Hay gente que prefiere la lluvia, hay gente que simplemente no.
Hay gente que prefiere ir al Sur a disfrutar de una lluvia permanente, o prefiere ir a la cordillera a disfrutar de la nieve y el frío. En cambio, hay gente que prefiere el Norte, el sol, El Caribe, el desierto.
¿¿Pero que pasaría si estando en medio del desierto, viendo aridez hasta el horizonte, comenzara a llover, y más aun, nevase??
¿¿O si recién fuese llegando al desierto y esperando ver aridez, sequedad, cielos despejados, bellas, estrellas, y en realidad lo que cautiva su mirada, son la cantidad de flores que aparecieron de la nada en la mitad del desierto??
Seguramente, uno apelaría a la gracia de Dios, algún milagro, o simplemente, las maravillas de la tecnología y la manipulación transgénica en cultivos.
Pero no, es solamente, la unión de varios procesos climatológicos, combinación poco frecuente, que permite que haya lluvia y nieve, y si se suma a la maravillosa latencia lograda por las semillas de distintas especies, tenemos el desierto florido.
De ahora en adelante, revisaremos los procesos climáticos que permiten tan maravillosos y espectaculares eventos naturales.
lunes, 4 de junio de 2007
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